Historia

Para entender cómo nace ONG Toki debemos remontarnos a 1992, cuando una niña de sólo 9 años llamada Mahani Teave dejó Rapa Nui para viajar a Valdivia con el fin de estudiar piano y convertirse en la primera concertista de su isla. En ese entonces, abandonar su tierra, con el desarraigo que ello conllevaba, era la única opción que tenía para poder seguir su sueño

Pasaron los años y su talento, combinado con mucho trabajo y determinación, tuvo frutos: Se convirtió en una extraordinaria pianista. Pese a ello, siempre sintió que tenía una deuda pendiente y debía ayudar a que otros niños, que amaban la música tanto como ella, no tuvieran que dejar su tierra para estudiar por la falta de instrumento y docentes.

En 2008 , Mahani comentó en una entrevista que no podía viajar a Rapa Nui tan seguido como deseaba, ya que no había un piano en la isla y su carrera requería constante práctica. Esa problemática salía a la luz de manera clara y diversas voluntades escucharon el llamado y se unieron para hacer algo al respecto.

Fue así como las filántropas Lily Urdinola y Lily Lanz, junto a Manuel Ahumada, consiguieron la donación de los primeros pianos para la isla con la Fundación Itaú. A esto se sumó el aporte del Consejo de la Cultura y la Corporación Cultural de Rapa Nui, que permitieron llevar a la primera profesora de piano en la historia.

Casi en paralelo, Mahani y un grupo heterogéneo de jóvenes rapanui se unieron para impulsar el desarrollo de tres grandes temas que consideraban urgentes en la ínsula: La educación musical y social, la protección del patrimonio ancestral y la preservación del medio ambiente.

En 2012 nació ONG Toki Rapa Nui, siendo la primera acción concreta tomar bajo nuestro alero el curso de piano que recientemente se había comenzado a dictar. Este taller que nació con el llamado de Mahani y la unión de voluntades, se convertiría en el puntapié para la Escuela de Música y de las Artes.

Con el tiempo, nuestra incipiente escuela comenzó a dar clases de violín, cello y ukelele, y aunque el proyecto seguía creciendo, no lo podía hacer en plenitud dado que no contábamos con un espacio propio para congregar todas las disciplinas.

En 2014 construimos un edificio propio, totalmente autosustentable, diseñado por el destacado arquitecto Michael Reynolds, gracias al Crowdfunding realizado y el trabajo de Desafío Levantemos Chile, Entel y más de mil voluntarios. La construcción fue liderada por Enrique Icka, otro de los fundadores, quien además donó el terreno en el cual se emplaza todo el proyecto.

Han pasado más de 10 años y Toki Rapa Nui no ha parado de trabajar. Hemos ampliado nuestros cursos, hemos desarrollado mallas curriculares para ir profesionalizando cada una de las disciplinas que impartimos, y nos hemos convertido en uno de los grandes actores en materia educacional y de rescate cultural y social.